lunes, 31 de enero de 2011



Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.



sábado, 27 de noviembre de 2010

Los niños negritos no comen...no no comen, sus madres tienen los ojos sepultados en tumbas vivas, en cauces de ríos de lágrimas secas con barrigas preñadas de muerte. La esperanza de vida está por debajo de un año, me cago en mi puta vida entonces. Se trafica, si.. se trafica con armas, con drogas, con hombres, con mujeres, con niños, con vidas, con ideologías, con política, con poder, con sueños...con meterte el miedo en el cuerpo. Cada mañana...cada mañana me miro en el espejo y lo que veo no me gusta...y entonces...en vez de comerme mi propia mierda fresca, te jodo a ti, te jodo a ti, te jodo a ti..y te jodo a ti..por qué? Porque la culpa, amigos, la culpa siempre es de los demás...si...y la enfermedad se llama vivamos la vida de los demás porque no tengo cojones ni sangre para vivir la mía. Tengo goteras en mi casa, goteras en mi curro, goteras en mi corazón, de las goteras en mi cabeza os hablo otro día porque ahora quiero dormir. Cuando duermo no pienso..no pensar, yo solo quiero volver, amigos...yo solo quiero volver a las entrañas de mi madre..a nadar sumergido flotando en una paz infinita, en una duermevela blanca de un cuerpo y dos corazones abrazado por un cordón..caliente, protegido, indefenso pero invulnerable, yo solo quiero volver al día en que mi madre me canto mi primera nana.

martes, 9 de noviembre de 2010

A mis cuarenta y quince, de madrugada,
en un coche sin frenos, que va frenando,
setenta veces siete vuelvo a Granada
porque mil y una noches pasan volando.


Verso a verso, maestro, venga otro vino,
Ríos de buena tinta, vinagre de cal,
lamparón de la lámpara de Aladino,
Elliot Ness y el Padrino, tal para cual.

Sin miedo al tobogán, por amor al arte,

si lo escuchas vecina, sin vacunarte,
te crece un sarpullido rojo en la piel.

Mataba Victorinos cuando Guisando,
te cuela cien canciones de contrabando,
sesenta corazones para Miguel.

Amén, JS, Sabina